jueves, 9 de junio de 2016

EL PROCESO: PORTADA DE ARTHUR MACHEN PARA LA REVISTA CTHULHU








"Corría el final del invierno de mil novecientos......." No hombre, no, no hace tanto. Manuel Mota, co-director de la revista CTHULHU, me envía un mensaje diciéndome que me tocaba hacer la portada del 15, dedicado al escritor Arthur Machen. Para el encargo, me envía varios relatos del autor, para que fuera metiéndome en el tema. Me leo "Polvo blanco" ( que luego él, Manuel Mota, adaptó y dibujó para este número), y "El gran Dios Pan". Además me documento sobre el escritor, al que no tenía el gusto de haber leído. Influencias literarias, biografía, trabajos, artículos novelas, etc......Me llama la atención la fuerte influencia que tuvo Machen sobre Lovecraft, no lo sabía, pero en cuanto empecé a leer sus relatos y artículos sobre su obra, vi la evidente referencia al horror cósmico, al horror de otros mundos, de otras realidades. Me pasa muchas veces, cuando tengo que ilustrar obras de escritores, que no he leído, los descubro y acabo aficionándome a su literatura. Con Machen, me ha pasado lo mismo, después de leerlo, ahora sigo con otros relatos suyos.

El caso, que una vez documentado, me pongo a parir ideas, sobre todo, ideas de composición, no de personajes, eso lo hago después. Intento jugar con distintas líneas de visión, moviendo figuras en círculo, de un lado para el otro, o simplemente siguiendo verticales, para impactar más, una vez que coloco figuras en el espacio, les doy un poco de forma, recordando elementos de los relatos leídos, e intentando mostrar en ellos la esencia del horror de Machen, imágenes que sin mostrar nada en concreto transmitan la sensación del horror de otro mundo. No todos lo bocetos son de ideas abstractas del horror de Machen, algunas son imágenes más concretas de algunos de sus relatos, es evidente que el primer acercamiento visual y gráfico es el que hace referencia a sus relatos.
















De antemano se, que algunas ideas de composición , no van a funcionar, porque no son lo suficientemente impactantes, es decir, no hay un elemento figurativo ppal. que llame lo suficientemente la atención. Pero yo las dibujo, luego me suelen servir para retomarlas para otros bocetos, dentro del mismo encargo, claro está. Alguna parte, algún trozo, lo uso para hacer otra idea de compo, nunca descarto nada, porque todo puede valer en cualquier momento, y aunque se me acaben las ideas, sigo dándole vueltas para acercarme a la portada más cercana a lo que buscamos. Hay que ver todas las posibilidades que se pueda, aunque sepas que no van a funcionar, no descartar nunca ideas preconcebidas, eso suele ser negativo para la creación.

En este caso, Mota, se decide por el boceto 5 y por el 9. Con esto, me pongo con las pruebas de color. Para ello, siempre tengo en cuenta, las portadas de números anteriores, para no repetir, o que se parezcan demasiado, las cromáticas (con el dibujo también hago algo parecido). Cuando hago estudios cromáticos, procuro exagerar mucho las tonalidades, para ver el efecto visual o impacto sobre la composición de espacios y figuras. A la vez, incluyo estudios de iluminación, de volumen, pero lo hago todo junto, con el color incluído. Suelo hacer pruebas, con gamas frías y cálidas, y con composiciones análogas y opuestas, aunque procuro no repetir colores aunque sean de la misma temperatura.





















Al final se elije la prueba número dos, de estas cuatro, el de las gamas frías, pero que luego adaptaré para la cromática final del arte final, nunca pongo colores tan saturados en una ilustración, sobretodo si es del género del horror. Tampoco quería repetir, como antes he dicho, colores parecidos en portada anteriores, y la del especial CASAS ENCANTADAS, que hizo mi compañero portadista e ilustrador Santi Pérez, tenía unos tonos azulados en los espíritus que salen desde la casa por arriba (portada espectacular donde las haya, por cierto), así que intenté sacar otras gamas frías diferentes. La compo final, me preocupaba un poco respecto de la maquetación ya que el título de los números mensuales, que va en la parte superior, podía tapar parte del origen de las criaturas imaginadas por Machen, esa especie de vórtice de otro universo que se abre para el escritor y le iluminaba. De hecho , esa preocupación estuvo presente en toda la realización del arte final.

A todo esto, Manuel, me sugirió un cambio en el dibujo de la portada, en lugar de aparecer el escritor de espaldas 3/4 frente al vórtice, me dijo de ponerle de cara y que se apreciase más su figura e imagen. Para ello hice varias pruebas, y al final me decidí por coger su rostro (no la cabeza entera) e integrarlo con esas criaturas venidas de otro mundo, pero que en realidad salen de su cabeza, en una especie de tubo de ida y vuelta, que no sabes si recibe la influencia de fuera o es su cerebro el que la produce. La idea del otro boceto desechado, de alguna manera, se entremezclaba con la opción elegida: los sueños y pesadillas saliendo de la mente.





Dibujo a línea antes del cambio







Composición y dibujo a línea definitivo


He de reconocer una influencia que tengo siempre en cuenta cuando trabajo, y esa es Goya. Desde muy pequeño me obsesioné con sus obras más grotescas y personales: las pinturas negras, los caprichos, los desastres, la tauromaquia..........El capricho: "El sueño de la razón produce monstruos" es mi preferido, y siempre lo tengo en mente. Hay cierta relación de este capricho con la portada que he hecho..........y en muchas otras.



"El sueño de la razón produce monstruos"


Respecto de las técnicas utilizadas en el proceso de esta ilustración, comentar que el dibujo es a lápiz. Me gusta dibujar a lápiz sobre folios, lo prefiero a dibujar con tableta digital y lápiz óptico. A veces, dibujo con la tableta, pero no estoy cómodo, demasiado lento para mi, demasiadas trabas...........A la hora de pintar me decidí por la pintura digital, en este caso, no tenía demasiado tiempo para hacerla con gouache o acrílico, como era mi intención (otros encargos, las clases........) Para pintar con el lápiz óptico, soy menos problemático, lo utilizo como si fueran pinceles tradicionales, incluso aprieto el lápiz contra la tableta como si no hubiera un mañana..........
Escaneo el dibujo, ajusto al tamaño preceptivo de la publicación física (las medidas que nos dan en la editorial), y me preparo para empezar a pintar con el Painter. El painter, es mi programa de pintura, con el que más cómodo estoy, no me gusta el PSD, salvo para tratar imágenes, que en ese caso es mucho más manejable y más potente que el painter, pero este último, para pintar me resulta más fácil, y más adecuado a como suelo pintar.






En primer lugar, me pongo en modo multiplicar, para ver en todo momento el dibujo y no perderlo de vista, hasta que yo decida. No me gustan las capas, por eso solo abro una, que en cuanto avance la ilustración acoplaré con el fondo..........Mi manera de pensar, de ordenar, es la antítesis de la manera de pensar y ordenar de una máquina. No coincidimos en estructuras mentales. Por eso, utilizo la herramienta digital a mi manera. Pinto directamente y mezclo directamente sobre la única capa que abro: la del color, debajo está la del dibujo a línea. El volumen ya lo tengo estudiado en mi cabeza, y lo aplico directamente con el color. A partir de ahí, comienzo de atrás hacia delante, aunque en muchos momentos de la realización me saltaré esta regla debido a que los planos de la composición se mezclan, y evidentemente quiero que destaque el rostro de Arhur Machen, pero sin olvidar la amalgama de criaturas que le salen o le entran por el cerebro (eso nunca lo sabremos), que también tendrán un detalle importante aunque en tonos fríos.







La iluminación fría desde la parte de arriba, debe estar presente en todo momento, porque ese foco de luz es determinante para la escena, pero no quiero que compita con la potencia del primerísimo primer plano de Machen. Pinto los alrededores, de esa especie de cueva, y de agujero por el que vienen las ideas. Utilizo varios azules para las primeras pinceladas, no una sola, incluso tonos magentas o morados que me den variedad a la cromática. A la vez voy detallando y pintando con más fuerza todo lo que yo considero como fondo.





Nunca termino al cien por cien una zona, aunque sea la del fondo, la dejo "casi" terminada pero no totalmente. Me empiezo a meter con la amalgama de criaturas/sueños/ideas que fluyen de la cabeza. Ahí he utilizado referencias de cráneos, cables, músculos y el resto ya lo imagino yo y lo fundo a mi manera.






Me fijo siempre en las zonas más voluminosas o que más contraste tienen, para luego acotar las más pequeñas o de degradados más suaves. Todo ello, para no liarme y confundirme. Tengo siempre un plano de luces y de sombras del dibujo. Cuando pinto debo saber exactamente qué estoy pintando y la iluminación que tiene. Si no lo he hecho, paro de pintar, y cojo el lápiz de nuevo para definir la zona.







Que predominen las gamas frías no significa que no pueda meter tonos más cálidos en partes de criaturas que quiero destacar y que llamen la atención en su respectiva zona. Importante también precisar que aunque sea una amalgama de formas, se tienen que distinguir esas figuras para que sea atractivo al que mira la ilustración, es decir, unas cabezas se superponen a otras, así hay un cierto orden o jerarquía dentro del barullo gral. La concentración y paciencia en esta fase, son imprescindibles, sino, me saldrá una masa sin orden ni concierto, y el volumen e iluminación desaparecerá de la composición estropeándola o haciendo un pésimo trabajo. Cada criatura debe ser percibida, pero englobada en la masa gral., cada una estará en su sitio, de acuerdo a la composición hecha con el dibujo. Siempre que puedo alejo la imagen con el zoom para no perder la perspectiva ni la línea de visión establecida desde el principio, desde que concebí la idea en el boceto.








Es difícil establecer un tiempo de sesión de trabajo en cada avance. Entre semana, el tiempo lo tengo más limitado: unos días estaba 3 horas, otros 5........El fin de semana ya me permitía estar más tranquilo; sesiones de 10/14 horas cada día, me permiten arrearle un buen empujón.







De siempre he sido más trabajador de día que de noche. Me cunde más, levantarme temprano, que tener que trasnochar, que , inevitablemente lo he tenido que hacer alguna vez, por fechas de entrega, pero por lo gral. madrugo: 4 o 5 de la madrugada, hasta la hora de comer, las 2, más o menos. Descanso un par de horas y de nuevo hacia las 4, me pongo con la tarde, hasta las 9 o 10 de la noche, que es cuando paro. Pero todo esto es muy relativo, a veces, me han dado la 1 o las 2 de la madrugada habiendo empezado ese mismo día a las 6 de la mañana..........Pero si, prefiero madrugar a trasnochar, me cunde más.





Como se ve, sigo avanzando, pero ya metiéndome en el rostro de Machen, para ir viendo la tonalidad base y la que me va a permitir comparar las temperaturas y contrastes de las cromáticas de la ilustración.






En algún momento de la pintura, me voy al PSD, para recolocar alguna parte de la ilustración. En este caso la herramienta digital, es muy útil y cómoda. Tengo en mente todavía, la maquetación y el título de la revista, tengo miedo que me tape una parte importante de la ilustración, por eso voy moviendo zonas, pero sin romper la linea de visión establecida desde el principio. La composición original, es sagrada para mi, por eso esos retoques no tienen que dañar esa línea o estructura básica de la obra.







A estas alturas, ya un par de pasos antes, he acoplado toda las capas, vamos las dos que tenía, la del dibujo a línea y la del color, no hay más. Trabajo directamente sobre el canvas, tengo ya la ilustración controlada, no me hacen falta capas. Es lo que tiene venir del tradicional, mi cabeza se planifica desde el principio, y ordena todo para que siga un plan. Las capas, a mi, me trastocan todo, por eso no las suelo usar, pero aquí cada uno, es muy suyo, para utilizar todo lo que la herramienta digital le permita, sepa o quiera usar.





El avance ya es amplio y claro, pocas zonas quedan por completar. Casi siempre estoy volviendo a zonas ya empezadas, para dejarlas casi acabadas, nunca acabadas totalmente, porque luego el visionado gral. debe poner cada cosa en su sitio, y hay que ordenar los detalles, es decir, detallar más algunas figuras, y menos otras. Todas con el mismo detalles, sería un "sin dios", un lío monumental, que no permitiría ver nada en condiciones........






Cuando abordo el rostro de Machen, me voy directamente hacia sus ojos, lo que le va a dar la vida, la expresión y la fuerza del rostro, me empeño en plasmar la claridad de sus ojos azules pero bajo el entrecejo y su expresión intensa. Evidentemente he partido de una foto del escritor, pero le he puesto más de frente, y he cambiado su expresión. Previamente, estuve haciendo pruebas de retratos del escritor, para familiarizarme con su rostro. Cuando doy las primeras pinceladas, como se puede apreciar aquí, doy brochazos de colores varios muy intensos, violetas, morados, verdes, pardos, rojos, y luego voy fusionando despacio, para dar temperatura a la piel. Como se ve la piel no debe ser de un color solo, ni siquiera de una sola tonalidad, sino de varias, para que se pueda plasmar de manera más intensa esas texturas.






Fase final: se retoca, se revisa toda la ilustración, desde las zonas más escondidas hasta los espacios más grandes. Si hay un exceso de detalle en una zona se quita, si falta detalle en otra, se le pone. Siempre el zoom, dándole hacia delante o hacia detrás para no perder la composición gral. Se ajustan niveles de color, saturación ,etc, pero no en demasía, los colores que he puesto, deben ser esos y no modificarlos después con el PSD. Si la idea está clara desde el principio, no hay que hacer copias alternativas, eso denota falta de criterio, y no tener claro qué se quiere hacer. En estos caso la herramienta digital puede ser un infierno y una perdición, debo ser yo quien controle a la máquina con mis conocimientos y sentimientos, no al contrario.

 Paso mucho tiempo mirando el acabado, no envío la ilustración a Manuel, hasta el día después, me gusta mirar el trabajo pasado un tiempo, se ve de otra manera, como si la hubiera hecho otro. Eso ayuda. Creo que el título, al final, tapará parte de la amalgama, pero las figuras ppales, que yo quiero que si se aprecien, se van a ver sin problemas. Luego la maquetación, me lo confirma. Estoy contento.
 Al día siguiente, como he dicho, les mando la ilustración a Manuel Mota y a Alex Ogalla, directores de la revista CTHULHU, y fundadores de esta publicación que ya se ha convertido en referente del género de terror, horror y ciencia ficción. La labor que están haciendo estos dos fenómenos, dando a conocer el género literario, escritores perdidos, publicaciones olvidadas, es inconmensurable. Mucha gente se está aficionando a la literatura gracias a la revista, eso es de un mérito hercúleo, en los tiempos de la rapidez e inmediatez que vivimos.


 Larga vida a Cthulhu y a sus acólitos !!!!!!















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